La realización de pruebas de productos y materiales es esencial para garantizar su seguridad, fiabilidad y un determinado nivel de rendimiento, especialmente a lo largo del tiempo.
Aquí es donde entran en juego las pruebas de durabilidad, que verifican la resistencia de un producto o material al desgaste, al envejecimiento y a otros factores de estrés mecánico y ambiental.
En el siguiente artículo veremos en qué consisten las pruebas de durabilidad, para qué sectores son importantes y cómo se realizan.
Tipos de pruebas en las pruebas de durabilidad
La prueba de durabilidad no es en realidad una prueba única, sino una familia de pruebas que someten la muestra a diferentes condiciones.
Los tipos de pruebas que se incluyen en los ensayos de durabilidad varían de un sector a otro, de un producto a otro, pero estos son algunos de los más comunes y transversales:
- Ensayos de fatiga: se verifica la resistencia de los materiales a ciclos de carga repetidos, como vibraciones, impactos o movimientos.
- Prueba de abrasión: evaluación de la resistencia de superficies o recubrimientos al desgaste causado por la fricción repetida.
- Pruebas de corrosión: simulan la exposición a condiciones corrosivas, como humedad o entornos químicos agresivos, para determinar la resistencia al óxido o la degradación química.
- Pruebas climáticas: simulan la exposición a cambios de temperatura, humedad, luz solar y otras condiciones ambientales extremas.
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¿En qué industrias se necesitan pruebas de durabilidad?
Debido a su universalidad, las pruebas de durabilidad son importantes en casi todos los sectores industriales.
Prácticamente todos los productos que deben garantizar una fiabilidad a largo plazo se someten a pruebas de durabilidad. Pero aquellos en los que es más común son los siguientes:
- Automoción: en particular los componentes como frenos, suspensiones y neumáticos deben soportar cargas repetidas y condiciones ambientales adversas.
- Aeroespacial: los aviones y las naves espaciales deben soportar tensiones extremas y cambios climáticos repentinos.
- Electrónica: tanto los productos electronicos de consumo como sus componentes se someten a una serie de rigurosas pruebas, incluidas pruebas de durabilidad.
- Construcción: los materiales de construcción deben mantener su integridad estructural durante años, soportando la exposición continua a los elementos.
Pruebas climáticas para pruebas de durabilidad
Las pruebas climáticas juegan un papel importante en las pruebas de durabilidad, porque casi todos los productos están expuestos a condiciones ambientales más o menos extremas y a cambios bruscos de temperatura.
Por este motivo, es necesario disponer de una cámara climática para realizar el ensayo de durabilidad.
La cámara climática es un instrumento de laboratorio capaz de simular diferentes condiciones ambientales en su interior, gracias a un control preciso de los parámetros de temperatura y humedad relativa.
Además, las cámaras climáticas pueden estar equipadas con sistemas de iluminación y difusores para simular, respectivamente, la exposición a la luz solar y a los agentes corrosivos.
Los ensayos climáticos para ensayos de durabilidad están regulados por una serie de normas reconocidas internacionalmente, entre las que podemos mencionar:
- ISO 16750-4: especifica los requisitos ambientales para los componentes eléctricos y electrónicos de los vehículos, incluidas las pruebas de temperatura y humedad.
- ISO 9227: describe los métodos para realizar pruebas de niebla salina, utilizadas para evaluar la resistencia a la corrosión.
- ISO 4892: cubre la exposición a la luz artificial y a la intemperie para probar el envejecimiento acelerado de materiales poliméricos.
Estas normas proporcionan directrices detalladas sobre cómo realizar las pruebas y evaluar los resultados, garantizando que los productos probados cumplan con los estrictos requisitos de durabilidad.
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Desde hace más de setenta años, FDM - Environment Makers es una empresa líder en el campo de las pruebas climáticas.
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